Porsche, para diseñar el Mission X, se inspiró en el 917, de inicios de los 70, en el 959 de 1983, en el Carrera GT de 2003, en el 918 Spyder de 2013 y en otros modelos históricos que consagraron a la marca como una de las más deportivas de la industria automotriz. Por eso recoge algunos elementos de diseño de sus antepasados.
De izq. a der. y de arriba a abajo: el 917, el 959, el Carrera GT y el 918 Spyder, algunos de los históricos Porsche del pasado que inspiraron al concept car Mission X.
Si bien el Mission X es un concept car, los entendidos pronostican que en unos años se hará realidad, de igual forma como el concepto Mission E se convirtió en el Taycan.
Porsche presentó el modelo mientras celebra los 75 años de sus carros deportivos y también como un anticipo de lo que serán sus próximos modelos: rápidos, livianos y eléctricos. Es de estilo coupé, de baja altura, con techo de cúpula de vidrio y sus puertas se abren hacia adelante, como las alas de un escarabajo, que recuerdan al 917, famoso en las competencias de los 70.
El concept car presentado tiene carrocería de fibra de carbono pintada en Rocket Metallic, un color ocre diseñado especialmente para este automóvil. Sus elementos aerodinámicos generarán más carga aerodinámica que un 911 GT3 RS. Porsche pretende producir el carro más rápido legal en el circuito de Nürburgring Nordschleife. Han dejado ver que el Mission X tendrá la misión de lograr el récord de tiempo para carros de producción, que actualmente tiene el Mercedes AMG One, con 6’35”18.
Porsche no ha dado detalles precisos aún sobre la propulsión, pero promete que el Mission X tendrá una relación potencia-peso de aproximadamente 1 hp por 1 kilo, con una batería instalada detrás de los asientos del vehículo para conseguir un óptimo reparto de pesos, lograr un perfecto equilibrio dinámico y simular el comportamiento de un carro con motor central de combustión. También, se menciona un sistema de 900 voltios, que le permitirá cargar al doble de la velocidad del Taycan Turbo S. Según la marca podrá pasar del 5 al 80 % de carga en poco más de 20 minutos.
En la cabina, los asientos del conductor y del pasajero son de diferentes colores, el timón puede sacarse, como en los carros de carreras y cuenta con comandos para configurar los modos de manejo, para limitar la velocidad en pits, para darle un empujón extra que le permitirá sobrepasar a otro vehículo, activar el DRS y otros ajustes mecánicos, además de controlar las luces, el limpiaparabrisas y el sistema de audio. Integra en el tablero de indicadores un registrador de vueltas y un cronómetro analógico, pantallas digitales, además de arneses de 6 puntos, de competencia. Es un carro de carreras del cual nacerá el próximo deportivo de Porsche.