El Ford Mustang Mach-E, crossover eléctrico de la marca norteamericana con el mismo nombre del famoso muscle car, estrena versión deportiva, con espíritu de los carros de rally.
Después de exhibir un concept car y tener buena aceptación del público, Ford decidió fabricar en serie la versión del Mustang eléctrico inspirada en las competencias de rally. Para ello, usó como base el Mustang Mach-E de altas prestaciones, modificó algunos componentes, como la suspensión, que eleva la carrocería respecto del suelo, y agregó accesorios deportivos off-road, como unos faros antiniebla incrustados en la parrilla central, aros blancos característicos de los carros de rally, neumáticos para todoterreno, protector inferior de los motores, un splitter aerodinámico delantero y un alerón trasero similar al del Focus RS del Campeonato Mundial de Rally (WRC). Además, el modelo incluye una película protectora sobre las puertas y los pasos de las ruedas para evitar que las piedras pequeñas o la tierra dañen la carrocería.
Además de los 2 poderosos motores eléctricos, que producen en conjunto 485 hp y 880 Nm, alimentados por una batería de iones de litio de 91 kWh, cuenta con doble tracción, amortiguadores electrónicos adaptativos, potentes frenos Brembo, modo de conducción deportiva RallySport y autonomía extendida a 510 km.
Por dentro, no proyecta el mismo espíritu deportivo que muestra el modelo en su estética exterior. Por el contrario, tiene un habitáculo elegante y tecnológico, con materiales de calidad, dignos de los vehículos de gama alta.
El Ford Mustang Mach-E Rally puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos. Su velocidad máxima está limitada a 200 km/h. No produce emisiones contaminantes y su precio de venta es alrededor de 82 000 dólares.