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Las baterías de estado sólido han sido calificadas por los entendidos en la materia como el “santo grial” de los carros eléctricos, porque representan la solución a todos o casi todos los inconvenientes que tiene en contra la electromovilidad.

¿Qué son las baterías de estado sólido?

Es una evolución de la batería de iones de litio, que es la más común, conocida y usada por la gran mayoría de fabricantes. Funciona de la misma manera, también tiene un ánodo y un cátodo, con la diferencia de que el electrolito conductor dentro de cada celda es de material sólido, cerámico o polímero, mientras que en las baterías convencionales se utiliza un líquido.

Unos científicos vienen investigando el uso de nanohilos de oro envueltos en manganeso e inmersos en gel y el padre de este tipo de baterías y premio Nóbel de química, John B. Goodenough, de la Universidad de Austin (Texas, EE. UU.), utilizó cristal para sus investigaciones.

Ventajas

• Menor costo

La fabricación de las baterías de estado sólido es más económica, al usar menos metales costosos y difíciles de extraer. Según unos estudios, el precio podría bajar en un 40 %, de 130 dólares por kWh actuales a 70 dólares kWh, lo que permitiría una producción a gran escala y reducir el precio final de los carros eléctricos, equiparándolo al de uno de combustión.

• Más seguridad

Los ciclos de carga en las baterías de iones de litio, con el tiempo, desgastan los materiales y aumenta la posibilidad de sobrecalentamiento o cortocircuitos. Una batería de estado sólido tendrá reduce enormemente el riesgo de sufrir estos problemas y, en caso de accidente, no se incendiaría, porque el electrolito no es inflamable.

• Mayor autonomía

Uno de los principales problemas de los carros eléctricos es la poca autonomía que tienen, bastante menor a la de los carros de combustión. Las baterías de estado sólido podrían tener hasta 3 veces más capacidad de almacenar energía en un mismo tamaño y peso, lo que aumentará notablemente el rango de autonomía.

• Más eficiencia

Prometen mantener su rendimiento por más tiempo y no perder sus prestaciones ni en climas extremos de hasta de -20˚C.

• Carga rápida

Podrá recargarse la batería hasta el 100 % de la capacidad de energía en menos de una hora. Si logra hacerlo en un tercio del tiempo que toma actualmente, sería igualmente una importante mejora.

• Más durabilidad

Tienen una vida útil más larga, al tener menos ciclos de carga, que normalmente desgastan a las baterías de iones de litio.

• Más ecológicas

Pueden reducir en un 39 % la huella de carbono de cualquier carro eléctrico en comparación con las baterías de iones de litio, al no usar o reducir el empleo de níquel, manganeso, cobalto y grafito. Además, se reduciría las emisiones en la fabricación de los vehículos.

• Más ligeras

Al eliminar la actual separación entre cátodo y ánodo, el tamaño de las celdas es significativamente menor, por lo que pueden ser más pequeñas, menos voluminosas y menos pesadas, lo que ayudará a reducir el peso total del vehículo.

Los fabricantes japoneses Toyota y Nissan son los que más han avanzado en lo referente a las baterías de estado sólido y ambas marcas prometen tenerlas instaladas en sus carros fabricados en serie antes de 2025, pero también hay muchos esfuerzos de Stellantis en alianza con Mercedes-Benz, Volkswagen, BMW junto a Ford para hacer esta tecnología totalmente factible.

En otros tipos de industria, unas compañías también apuestan por las baterías de estado sólido como reemplazo de las de iones de litio, como Samsung para sus celulares.

Destacado:

De tener éxito el desarrollo de las baterías de estado sólido, estas podrían costar la mitad que las de iones de litio, duplicar la autonomía y cargarse 3 veces más rápido.